martes, 26 de mayo de 2009

Lo Moral Y Lo Religioso De La Mano Deben Ir

La película "SiCKO", documental del polémico Michael Moore, que recientemente hemos terminado de ver en la clase de religión, nos pinta un escenario al que a lo mejor estamos poco acostumbrados. La película abre con el discurso del presidente de los Estados Unidos de América, George W. Bush, el 6 de septiembre del 2004 en Poplar Bluff. Seguidamente, Michael Moore no se toma tiempo para introducciones y nos pone en frente varios ejemplos de "injusticias" médicas realizadas por las compañías de seguros privadas. Un hombre que por no tener plata tiene que suturarse un corte él mismo, otro que al cortarse accidentalmente dos dedos debe elegir cual de los dos reinsertarse, puesto que su presupuesto no le alcanza para los dos. Dos claros ejemplos de que, hoy en día, lo legal va por encima de lo racional. Durante las siguientes dos horas, Michael Moore no para de bombardearnos con ejemplos que claramente nos demuestran que las empresas de seguros médicos de E.U.A. hace tiempo perdieron el concepto de medicina como una ciencia que se dedique al estudio de la vida, las enfermedades, la salud y a la manera de preservar a ésta, sino como una actividad con fines de lucro. Compara el sistema médico estadounidense con el canadiense, inglés, francés y cubano; a su vez que aparte de denigrar al suyo, engrandece a los extranjeros. Incluso toca uno de los conceptos y valores más importantes e influyentes de ese país: el patriotismo. Narra la situación de algunos bomberos que sirvieron durante el 9/11, y la poca ayuda médica que recibieron y necesitaban por causa de enfermedades y/o desórdenes psicológicos que aparecieron luego o durante el servicio que realizaron ese funesto día que quedará enmarcado en la historia de todo ese país. Ejemplos, estadísticas y testimonios son más que necesarios para darnos cuenta de la injusticia que se está cometiendo en el país norteño, que es tan poderoso económica y militarmente, pero que aparentemente el nivel de su sociedad no es para nada envidiable.

Ahora bien, toquemos el punto de vista religioso. ¿Deberían darse cosas así en nuestro mundo? ¿Deberían negarse los servicios médicos a una bebé de un año y medio, simplemente porque al hospital al que llegó no lo cubría su seguro? No creo se pueda debatir acerca de cual sería la respuesta correcta. El derecho a la vida es un derecho humano universal, y por ende, también lo debe ser el derecho al cuidado y preservación de ésta. La Biblia nos da claros ejemplos de esto, tanto en la parábola del Buen Samaritano, las curaciones de Jesús y Elías y la viuda pobre. Es deber no sólo de los cristianos, sino de los seres humanos en general, el ayudar a nuestro prójimo cuando veamos que haya caído en desgracia y necesite nuestra ayuda.

Al contrario de lo anteriormente explicado, la película no solo muestra cosas completamente negativas y con pocos valores cristianos. Michael Moore no sólo quiere demostrarnos que el sistema de seguros médicos de su país debería estar orgulloso de por lo menos ser mejor que el de Eslovenia. Moore también busca predicar con comparaciones y con el ejemplo. Nos demuestra como el Sistema Médico Canadiense no te cobra por cualquier operación a la que tengas que ser sometido, y no se necesitan miles de trámites previos a una simple consulta o intervención médica. El parto de un bebé en Inglaterra no cuesta lo mismo que cuesta en Estados Unidos, es más, Moore le pregunta a una madre que acaba de dar a luz y esta y su esposo le responden que no le costo nada. Los doctores en Francia atienden por igual a pobres y ricos, reciben bonos por mayor cantidad de atenciones y viven en casas cómodas y con carros de buena calidad. Moore nos presenta esta realidad como algo que en Estados Unidos es una pesadilla diaria, en países como Inglaterra, Francia, Canadá e inclusive Cuba, tan criticada por el gobierno estadounidense por su distintiva forma de gobierno, normas y regulaciones, tienen mejor desempeño médico.

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